La externalización en las empresas es un fenómeno habitual que consiste en la delegación de una parte de la actividad a una compañía externa, especializada en ese servicio en concreto.
Las primeras externalizaciones conocidas de actividades o servicios se realizaron en la década de 1970, focalizadas en procesos auxiliares y de apoyo (limpieza, transporte, publicidad, mantenimiento, seguridad, etc).
En los 90 se empezó a detectar en las empresas una tendencia a externalizar también actividades de la cadena de valor (fabricación de piezas, de parte de un producto o de todo el proceso productivo), tendencia que ha continuado hasta ahora.
Recientemente, la pandemia del Covid, el bloqueo del Canal de Suez, y otras interrupciones en la cadena de suministros, han puesto de manifiesto el peligro de tener procesos externalizados en países lejanos (también conocido como offshoring). En Europa y Estados Unidos gran cantidad de fábricas han estado paradas por falta de componentes, visibilizando el riesgo de producir todo fuera.
Actualmente se está desacelerando la globalización e incluso hay iniciativas potentes en el ámbito local / regional. Está cogiendo fuerza el nearshoring como forma de externalización. ¿Sabes en qué consiste?
¿Qué es el nearshoring?
Es una forma de externalización de procesos o servicios de una compañía, con la peculiaridad de que las empresas escogidas están en países cercanos e incluso colindantes. ¿Y cuánto es relativamente cerca? Como mucho a unas cuatro horas en avión entre un destino y otro.
Esta práctica también es conocida como relocalización o nextshoring.
¿Qué diferencias hay entre nearshoring y offshoring?
La principal diferencia entre estos dos términos es que, aunque ambos se refieren a externalizar servicios de una empresa, el último se focaliza en destinos lejanos, generalmente con uso horario distinto, con el objetivo de abaratar costes de producción. Países como China o India lideran esta propuesta.
Si bien en los años 90 el offshoring no tenía rival, han sido varias las circunstancias que han hecho que el nearshoring le vaya ganando terreno. Te contamos cuáles:
– La complejidad que suponen las barreras culturales, legales e idiomáticas que a menudo obstaculizan hasta el punto de no poder continuar con los procesos.
– El aumento paulatino del coste del capital humano, debido al incremento de los salarios en los países emergentes.
– La poca infraestructura legal con la que en muchos casos cuenta.
– Aparición de avances tecnológicos que suponen una total ruptura con procesos anteriores como la digitalización de las operaciones.
– La crisis ocasionada por el Covid y el aumento desmesurado del transporte ha hecho que se equilibren más los costes entre esos países y otras alternativas más cercanas.
– Todo ello pone en evidencia una de las principales problemáticas del offshoring: el aumento de los tiempos a la hora de recibir mercancías y de los costes de transporte al tratarse de destinos tan lejanos.
Ventajas del nearshoring:
– Más control de producción: se fabrica cerca, con posibilidad de estar presente en las diferentes fases, asegurando la calidad.
– Reducción de los tiempos de transporte.
– Reducción de los plazos de entrega.
– Mayor flexibilidad y velocidad ante posibles imprevistos.
– Desaparecen las complejidades culturales, de idioma y de horario: ganamos en simplicidad y comodidad.
Las cámaras de comercio Alemanas apuestan desde hace años por el nearshoring, creando portales de proveedores europeos para sus asociados y generando nuevas oportunidades de negocio.
Te recordamos que en nuestro blog te espera un post relacionado con esta temática, en donde te damos 5 razones para fabricar en Europa.
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